06 junio 2008

Qué puedo decir...


¿Qué puedo decir cuando me siento bendecido por la vida?

Es tanto lo que recibo, lo que se me ofrece, lo que a veces –como hoy- soy consciente de que llega a mí pese a mí, pese a tanto que me falta por afinar, que no puedo sino sentirme amado.

Sólo me sale una palabra: Gracias…

10 comentarios:

Jayja para tí... dijo...

es mejor no decir nada, coincido...
un abrazo infinito

Jayja para tí... dijo...

Yo soy la brisa, o al menos quisiera sero...

Yudith Valles de Perez dijo...

Que bello Adonai! Es sentir la presencia de Dios que se manifiesta de tantas maneras! Realmente hermoso!

M@R dijo...

GRACIAS A DIOS,,,
GRACIAS A LA VIDA,,,
GRACIAS A VOS,,,

DTB,,,
TQM,,,
ABRAZOS,,,

darYrecibir dijo...

Era tanta la belleza que incontenible exclamé "Gracias Padre" y la flor mecida por el viento parecía susurrarme "Gracias a tí"

Jayja para tí... dijo...

Qué día podré ver tu color
ver tus rojos hermosos
tus humos
tus fuegos
sentir tu calor
dormir en tus nubes
besar tu Sol...

Unknown dijo...

cierro mis ojos y me uno a ti en ese sentimiento sin decir nada más.

Anónimo dijo...

¡Ho Dios! la alegria de todo lo que se me ofrece y todo lo que llega a mí, eres Tú....un regalo, un gran regalo de tu infinito y constante amor, de Tu bondad a mí dedicado, dentro de mi eternidad yo soy ,Tú con pasión.
ALMA.ADIOS.

Unknown dijo...

agrdecimiento, la mejor virtud de la generosidad en nuestra forma de vivir, gracias por recordárnoslo! un abrazo

aranzazu dijo...

Gracias, Adonai, por encarnar tan bellamente la chispa de Dios. Gracias por tu luz, por tu ser, por tu esperanza, por conducirnos a la gloria presente en este instante. Gracias por todos los momentos, todos los regalos, todas las palabras que me has dedicado y con las que brindas amor en todos los corazones de quienes te visitamos y leemos. Hoy también siento a Dios en mí y me siento amada y te siento tan cerca, tan dentro que somos totalmente Uno. Nosotros y Todos. Siempre. Amor, Adonai, y celebración de la existencia. Agradecimento profundo y sincero por los dones y por la propia vida, la luz y la esencia de Dios.