22 junio 2008

Hija de la Tierra

Hoy, la naturaleza,
despertó al alba toda su hermosura,
sabiendo que tú estás,
para ti, por ti, una vez más.
Pues se sigue entregando cada día,
para que sigas siendo lo que eres,
y más, para que al fin llegues a ser,
lo que dentro de ti paciente aguarda,
que al fin, un día, lo reclames,
lo encarnes, y en ti viva la vida, y en ella vivas tú,
y al contemplarte,
en todo lo que tú muestres y hagas
poder regocijarse y decir:

ésta es mi hija.


7 comentarios:

Unknown dijo...

ahhh, la naturaleza es tan bella Adona!, y la estamos destrozand, qué necios somos los humanos, verdad? precioso texto e imagen, un abrazo

Unknown dijo...

la hija de la Tierra.

que bello!

Yo seguiré siendo lo que soy, se lo debo y me lo debo

gracias por el escrito, me dijo tanto...

Jayja para tí... dijo...

si, muy lindo, mejor, ni el mejor escritor, ni el mejor poeta, filosofo, en fin...muy lindo... pero me siento confundida con el final, podrás explicarmelo más?..un beso...

M@R dijo...

HERMOSA IMAGEN,,,
EXCELENTE PADRE,,,
BELLAS PALABRAS,,,

TQM,,,
DTB,,,
ABRAZOS,,,

Perséfone dijo...

Que lindo.

No sé por qué esas líneas me recuerdan a la diosa cuyo nombre he osado usar como pseudónimo...

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Hoy me siento más que nunca, hija de la Tierra; y solo se alimenta en mí, un deseo....Introducirla dentro de mi pecho pequeño, para poder sentirme unida a ella.

Como dos enamorados, pegados en un beso sincero, sincronizamos nuestro corazón y nuestro aliento.
¡Desnudémonos mi vida, por todos los malos sentimientos que llevamos dentro!. Mis volcanes humeantes los encendí como inmensos inciensos, donde arden y se purifican todos nuestros males internos.
Disfrutemos al unirnos, de nuestro limpio y cristalino viento; introdúcete dentro de mis mares, como arrecifes de corales, te dejo tocar con tus dedos ,sin quemarte, mi corazón de ardiente fuego; mis bosques solo por tí crecieron, para que me pudieras acariciar desde dentro de tu pecho, donde tú nunca imaginaste poder hacerlo, y mi esplendor ante tí se abre, como un paraiso colgado por Dios desde el mismo cielo.
Fundidas las dos en uno, siento tanto amor, que solo en mi éxtasis oigo un latido, sintiendome hija de la Tierra unida a tú destino.

ALMA.

Alma dijo...

¡Mírame como lo qué soy!
Algo maravilloso prendido del mismo cielo; todos vosotroa sois hij@s de la Tierra, mi floración es escalonada para que la podais disfrutar siempre mano agua por todas partes, para que me podais beber y mi tierra es fértil, siempre os alimentará.
¿Qué mas quereis?.
Solo teneis que ser felices!!!!!.

Nunca os pedí nada.