El Espíritu

Nunca el Espíritu nació;
el Espíritu nunca dejará de existir;
no hay época en que no existiera;
¡el principio y el fin son sólo sueños!
Sin nacer, ni morir, ni cambiar
permanece el Espíritu por siempre;
la muerte no lo ha tocado en absoluto,
aunque muerta aparezca su morada.

(The Song Celestial of Bhagavad-Gita)

Perdóname por ir así buscándote...

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.
Perdóname el dolor alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en lo alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eres.

(Pedro Salinas)

Podría parecer un poema de amor, que también, pero en este instante me parece sentir en él un mensaje del Alma a la personalidad para que ésta ascienda a lo que tiene destinado ser...

Sentir, sentir siempre aunque nos duela, aunque sólo sea el vacío que clama por ser llenado de lo único que no se ha querido, de lo único que siempre ha esperado, de lo único que ahora nos permite llenarnos... ese vacío fecundo de nuestra esencia, que espera ser atendida para manifestarse fuera de todo lo superfluo que mal-llena nuestras personalidades y nos impide ser de verdad...