De las prisas

Hoy se quiere llegar rápido a cualquier lugar, aunque después no se sepa qué hacer. ¿Es el tiempo un fin o un instrumento?
Nos venden, con el beneplácito de nuestros gobiernos, por supuesto, automóviles de muchísimos caballos para circular como el viento por esas carreteras desiertas que se ven en los anuncios, en esos países -supongo- donde no hay policias ni radares esperando a que el conductor le de al motor lo que éste admite. En éste país, donde tenemos ya carnet con puntos, radares fijos y móviles y todo tipo de controles restrictivos siguen vendiendose coches cada vez mas potentes para llegar... ¿antes? a la emboscada.
¿Dónde quedó el tiempo en que las personas se reunían en torno a una mesa para compartir el alimento, no sólo el de la tierra, sino sus presencias, sus inquietudes, sus sentimientos, sus anécdotas...? El tiempo del alimento era un momento compartido que aportaba otros elementos valiosos a quienes lo vivían y les devolvía la energía y el ánimo para poder luego continuar. Estaría bien amplificar nuestra alimentación en este nivel, dejar la televisión para otros momentos y poder expresarnos y compartir sin que nadie le haga un "chisss" a nadie. Y, por supuesto, sentir agradecimiento a Dios, al Cielo o a la vida, simplemente, por tener algo que echarnos a la boca cuando miles de personas no tienen nada que comer. Y es que ya damos por supuesto que lo tenemos y lo tendremos. Es tanta nuestra abundancia que hay que fabricar alimentos "divertidos" para que los niños quieran comer (sic) ¿Dónde dejamos el deleite del tiempo del alimento? Hay que comer deprisa, no tenemos tiempo, comida rápida, alimentos preparados, comida basura (con perdón) para sustituir algo tan sagrado que, sin ello, es imposible mantenerse con vida.
Conducción rápida, comida rápida, trabajo rápido, sexo rápido... ¡Rápido, por favor, que tengo prisa! Tengo que pasar rápidamente a otra cosa, no puedo detenerme en esto por mas tiempo.
¡Oh, el tiempo! ¿Será acaso para ganar tiempo? Y, en tal caso ¿qué hacemos con ese tiempo "ganado"?
¡Qué lejano parece aquel tiempo en el que las personas se deleitaban en el instante! ¿Por qué no disfrutar de cada instante vivido, paladearlo en vez de tragarlo, sentirnos en presente?
¡Ay, si Einstein levantara la cabeza! Por cierto, ¿llevará el tiempo reloj?

Retomando la cita

Y una vez más, pero distinta y única, se produce la cita esperada que trae aromas de lugares lejanos pero guardados muy adentro, como la mas preciosa perla bajo las aguas. Lugares que son promesa de estancia, de partida y de reencuentro, que te envuelven como un manto de rocío en un nuevo y prometedor amanecer. Un comienzo en el que todo es posible, en el que reconoces, con regocijo, la lágrima que brotó en aquella partida e hizo fértil el viaje en el que ahora te encuentras, pues como agua que es, fué dadora de vida y, a su tiempo también, engendró sonrisa y gozo. Y recuerdas también tantos encuentros, acechos, sorpresas, soledades... que forman parte de ese viaje en el que sientes que te llevan ¿Qué nuevas maravillas te aguardan? Sólo Dios lo sabe, pero espera siempre lo mejor, porque esa es Su voluntad, seguir amándote por siempre...